A lo largo de mis más de 15 años de experiencia como profesor de Literatura (Español y materias afines), he descubierto que en verdad el placer es la mejor forma de aprender: se goza el camino y casi sin darse uno cuenta, ya sabe todo lo que necesita saber y más. Ello no se contradice con una metodología bien organizada y personalizada. Primero que nada, es de suma importancia oír con mucha atenc...
A lo largo de mis más de 15 años de experiencia como profesor de Literatura (Español y materias afines), he descubierto que en verdad el placer es la mejor forma de aprender: se goza el camino y casi sin darse uno cuenta, ya sabe todo lo que necesita saber y más. Ello no se contradice con una metodología bien organizada y personalizada. Primero que nada, es de suma importancia oír con mucha atención qué es lo que los estudiantes necesitan. Después, creamos un organigrama y vamos solventando tema por tema. A veces se trata de un único tema o libro en el que se quiere profundizar, otras un curso completo de, digamos, Literatura Iberoamericana.
Siempre, lo primero es hablar sobre el autor, autores o épocas literariras. Siempre con información interesante, no con datos esquemáticos. Después, lo más importante: leer juntos y separados textos icónicos. Acompañar a los estudiantes en la lectura es primordial para que descubran las grandes bellezas y sabidurías de la literatura. Además, siempre las mnemotectias nos ayudarán a recordar todo lo aprendido. Siempre realizo repasos para reafirmar el conocimiento, pero no de forma inquisitiva, sino más bien como un reto.
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