Emanuel Larcher

Concibo la enseñanza como un proceso que trasciende la mera transmisión de conocimientos teóricos y la capacidad del docente para expresarlos con claridad. Enseñar implica, ante todo, comprender al estudiante en su singularidad y reconocer que el aprendizaje no se produce de manera uniforme en todos los sujetos.
Desde esta perspectiva, el rol del mentor consiste en realizar una evaluación diagnóstica integral que permita identificar los niveles de conocimiento, los estadios de desarrollo cognitivo, las formas de inteligencia y los posibles obstáculos en los procesos de asimilación y articulación del saber. Este diagnóstico constituye el punto de partida para toda intervención pedagógica efectiva.
A partir de dicha evaluación, propongo el diseño de planes de acción personalizados, ajustados a los perfiles, ritmos y necesidades de cada alumno, especialmente en aquellos casos en los que se presentan dificultades en la incorporación del conocimiento. De este modo, la enseñanza se configura como un proceso situado y mediado, en el que el docente asume un rol activo como guía y acompañante del aprendizaje significativo.