Si en algún momento alguien hubiera dicho que la mitad del año 2020 íbamos a tener que quedarnos en nuestras casas sin poder salir a la escuela o a trabajar, no le hubiéramos creído. Sin embargo, tuvimos que adaptarnos a esta situación y buscar nuevas maneras de realizarlo desde casa. En mi caso que soy profesora de inglés, me enfoqué en mejorar el uso de la tecnología para poder dar clases a través de la computadora.
Aunque hoy en día no es tan extraño dar clases online, no había tenido esa experiencia anteriormente. La pandemia me obligó a cambiar mi modalidad de trabajo y buscar tareas y actividades a través de internet tales como películas, videos, música. Personalmente, siempre dí clases particulares en mi casa o fui a domicilio, nunca a través de una pantalla. Es por eso que al principio me encontré en territorio desconocido, cuando tuve que encender la cámara, compartir pantalla y corregir tareas a distancia. Por suerte, en poco tiempo la situación se tornó tan amena como dar clases en persona.Cabe destacar también la predisposición de los alumnos que pudieron hallar el modo de aceptar esta nueva modalidad sin temerle a lo nuevo.
La posibilidad de dar clases online me permitió también impartir clases a personas que se encuentran en otras ciudades y ésta experiencia me es muy gratificante como docente de idioma extranjero ya que pude crear vínculos con los alumnos a pesar de la distancia.